-Has crecido bastante Len-Kun, no hace
mucho eras mi pequeño aprendiz-Dijo una vez llego a su lado.
-Hum-Respondió mientras
se colocaba su chaqueta.
-Y no hace mucho
te hice ese rasguño-Dijo divertido, dirigiendo su mirada a la herida que tenía
Len que surcaba su rostro desde una mejilla a la otra.
-...Si, un corte
limpio con katana-Dirigió su mano derecha hasta su herida.
Se quedaron en
silencio un momento, hasta que se vieron interrumpidos por Meiko, que les
dijo que todo estaba listo. El resto del
día transcurrió tranquilamente, al igual los días que le siguieron.
Len no apartaba
sus ojos de la información que entraba a la organización, era lo único que
hacia aparte de entrenar. Fue así hasta 6 semanas después, un ataque terrorista
a la central policial de la ciudad, causado por Karakuri, pero por lo visto ni
Hatsune ni Kamui se dieron la molestia de presentarse, solo fueron
"peones". Lograron apresarlos a todos, eran 5 en total. Pero uno de
ellos fue el detonador que desencadeno la furia dormida en el interior de Len;
-¿Por qué hacen
esto?-Pregunto Len al hombre que lideraba el grupo.
-Porque...porque
el deseo de sangre es incontenible-Dijo con sorna, dirigiéndole una
mirada a Len llena de soberbia, contrastada por el brillo rojizo
de sus ojos.
Len no se pudo
controlar, y lo golpeo con todas sus fuerza, destrozándole la cara
y manchándose por completo de sangre. Su furia era incontrolable,
nada poda calmarlo.
-¡¡ERES UN
BASTARDO, MALDITO ANIMAL, LA VIDA NO ES UN JUEGO, O ACASO LA ENCUENTRAS
DIVERTIDA EH, ACASO TE DIVIERTE MATAR!!-Sus pupilas reflejaban un odio y
desprecio profundo, estaba segado por el odio.
Termino
por reventar la cabeza del hombre contra la pared.
Estaba
completamente manchado de sangre, todo lo veía rojo, y lo único
que olía era la sangre fresca, incluso la podía saborear.
No dijo ni escucho nada de lo que dijeron el resto de personas en la sala, solo
contemplo lo que había hecho...se había convertido un asesino como los que
tanto odiaba, salio corriendo sin detenerse hasta su habitación.
Se quitó toda su
ropa, quedando solo en boxers, y fue directo al baño, al verse en el espejo,
pese a ser él el que se reflejaba, veía a otra persona, su cabello, su cara,
incluso su cuello estaba manchado de sangre, y en su rostro se reflejaba solo
la desesperación, y sus ojos brillaban llenos de odio, furia, y...placer,
se sentía asqueado de sí mismo.
-S-soy...un
asesino-Se dijo a sí mismo, su corazón era una mezcla de emociones, pero sobre
todo desprecio, desprecio de sí mismo. Contemplo sus manos, estaban limpias,
después de todo llevaba guantes, pero aun así sentía sus manos sucias,
cubiertas de una sangre imborrable, una marca imborrable como lo es asesinar.
la marca de un asesino y sus cadenas.
Pasó dos días
enteros aislado del mundo entero en su cuarto, no deseaba ver a nadie, no podía
ver a nadie a la cara, menos a su capitán.
Toc-Toc
El sonido rebotante de alguien llamando
a la puerta, ni siquiera hizo ademan de levantarse y abrir.
Se mantuvo en la misma posición, escondiendo la cabeza entre sus
rodillas
Pero eso a su
visitante poco le importo y abrió la puerta.
-¿Cómo se siente
ser lo que más detestas...Len-Kun?-Dijo divertido su capitán, "Él no"
se dijo en su mente Len.
-Se siente
asqueroso...-Le contesto cortante y sin ganas.
-No te veo
con ánimos.
-Es porque no los
tengo...-Dijo mordiendo las palabras.
-Hum, pero como
sea, debes pagar el desobedecer mis órdenes.
-¿Eh?-Levanto la
cara y lo miro con incredulidad.
-Oh, cierto, no te
había dicho ese "pequeño" detalle-Dijo mostrando un macabra sonrisa
en sus labios-. Ven conmigo.
Dicho esto salió
del cuarto, Len no se retrasó y se levantó y siguió a su capitán.
Caminaron un largo rato, hasta llegar a una habitación en el ala norte, y la
placa de esta decía N°15
-Entra
Len entro, no
se veía nada, el cuarto era oscuro y olía...a
sangre, sintió como se le revolvió el estómago.
-Esta es la sala
de castigos, serás siempre bien recibido, siempre que cometas un
error-Dijo entusiasmado con la idea.
-Mpf, pues no me
dan ganas de venir-Contra-ataco.
-Quítate la
camisa, yo te atare.
-¿Atar?-Pregunto
con duda, hasta que vio una especie de X lo suficientemente grande como un
humano, y unas correas en las puntas. Visto eso obedeció y se quitó
la camisa.
Su capitán se colocó
los guantes de cuero y lo amarro, y saco de el anaquel en la esquina
un látigo.
Se posiciono detrás de
Len y estiro el látigo haciéndolo resonar, saboreando el
sonido..."Por fin, piel "virgen"
Golpeo el suelo
con el látigo, haciendo este eco.
-No creas
que tendré piedad-Advirtió.
Len
trago sonoramente, sentía el sudor frío escurrir por su cuerpo.
El primer golpe.
-¡¡AAAAAAAAHHHHHHH!!-Grito
desgarradoramente, al sentir el látigo destrozar su piel,
y jadeo al sentir la sangre escurrir, caliente por su espalda.
Así siguieron,
entre el sonido del látigo y lo desgarradores gritos de Len, llenando
el silencio.
*Fin del Flash
Back*
-Ah, tantos recuerdos.
Suspiro el capitán, azotando igual que ese día.
-S-si...tantos
recuerdos-Respondió Len con amargura.
Capítulo 13 Fin...
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Gomen, me tarde mucho en actualizar, estoy muy arrepentida, lo siento, espero que los logre recompensar este pobre capitulo, aquí terminan los recuerdos de Len. Intentare subir al tiro el sgte. capitulo.